2. LA MODESTIA
La modestia es la actitud tendente a moderar y templar
las acciones externas; implica contenerse en ciertos
límites, de acuerdo con las conveniencias sociales o
personales. También es la cualidad de humilde, de
falta de vanidad o de engreimiento.
También la modestia es una Cualidad del carácter de
una persona que le hace restar importancia a sus
propias virtudes y logros y reconocer sus defectos y
errores: la modestia es una gran virtud.
3. Modestia en el vestir y en los adornos del cuerpo
inclina a la persona a evitar no solo lo que es ofensivo
a otros sino también lo que no es necesario.
Modestia en los movimientos del cuerpo dirige a la
persona a observar el decoro según la guía de San
Agustín. "En todos tus movimientos que nada sea
evidente que ofendiere los ojos de otro".
Para el cristiano que vive en un ambiente en que no se
respeta a Dios, la modestia no se puede limitar a no
ofender a otros ni a lo que se considere aceptable en
la sociedad. Se debe más bien recordar que el cuerpo
es templo del Espíritu Santo.
4. MODESTIA FEMENINA EN PARTICULAR
La modestia en la mujer tiene una manifestación
propia en el uso discreto de los adornos que
contribuyen a conservar y ennoblecer la belleza, o a
disimular y encubrir los defectos naturales.
Hay cuidados del vestido, del rostro, de la piel, del
cabello, de las manos y uñas, que en sí no tienen nada
de censurable, cuando no exceden las conveniencias
del buen gusto, ni forman una vanidad obsesiva, ni
exigen tiempo y gastos que no se le deben conceder.
5. LA MODA:
Se refiere al modo de vestir, es buena cuando salva
el pudor, en el respeto que exige la dignidad de la
persona. Aceptarla acomodándose a ella, y, sobre
todo, contribuir a su implantación en la sociedad, está
estrechamente relacionada con la modestia. Pero
también con otros aspectos de la vida: empleo de
tiempo y dinero, vanidad, exhibicionismo, etc.