El documento describe una visita a una tribu indígena en Arizona, Estados Unidos. Durante la visita, un anciano le cuenta a sus nietos sobre una "guerra" interna entre sus emociones negativas y positivas. Les explica que la guerra la ganará aquello que decidan alimentar, ya sea los celos y la envidia o la bondad y la compasión. La carta concluye diciendo que los lectores no deben tener guerra interna y deben alimentar la nobleza de los sentimientos.

1. La Montaña, 16 de enero de 2014.
“Arizona”
Buenos días mis semillas, estrellas del firmamento,
Somos Júpiter, es el planeta que rige el jueves, día de decisión con
toda la fuerza que posee.
Os voy a compartir hoy una historia real, estuve dos años en
Arizona Estados Unidos, es precioso ese lugar, hace muchísimo calor pero
es precioso, me invitaron a una
tribu, es una reserva de indios que
son los auténticos americanos
vivos. Al llegar a su casa, si se
puede llamar casa, viven muuuy
muy particular. La familia eran los
padres, hijos y nietos y cosa
curiosa, tooodo alrededor bajo la
pared de una montaña están todos instalados, por eso se llaman tribus,
hasta hoy en día lo conservan.
Me llamó la atención un señor mayor que estaba sentado, era “El
Abuelo” así lo llamaban, estaban sus nietos y muuuchos niños escuchando,
el abuelo les dijo: “Quiero haceros una pregunta porque estoy muy
confuso, dentro de mi llevo una guerra”, “Abuelito, ¿qué es eso? ¿Qué
quieres decir abuelito?” “Pues llevo una guerra que me duele mucho, la
mitad de mí está llena de celos, envidia, maldad, codicia, malos
pensamientos, avaricia, dolor, rabia y principalmente estoy contra todo”.
Sus nietos lo miraron y le dijeron: “Pero abuelito, y los otros
¿quiénes son? Si estás en guerra eso es el lado malo, pero los otros
¿quiénes son? “Muy sencillo, el otro lado es la bondad, la generosidad, la
compasión, los buenos sentimientos, las buenas emociones, la serenidad,
mirar la belleza, contemplar el cielo y sobre todo Amar a los otros”.
Hubo un gran silencio, pero los niños siempre inquietos no se
quedaron así; y la niña, su nieta mayor le dijo: “Abuelito explícanos quién
ganó la guerra”, el abuelo muy sabio les contestó: “La guerra la ganará

2. aquello que queráis alimentar, cada quien lo lleva dentro y todo depende
de nosotros ¿qué queréis alimentar vosotros?”.
Mis queridas semillas, Servidora se quedó sin palabras, pero no
muda, no podéis tener guerra porque tenéis La Enseñanza y sólo La
Enseñanza os dará suficiente fuerza para vaciar ese lado, de ansiedad, de
tormenta y de miedos; y hacer crecer la Nobleza de las emociones, de los
sentimientos y sobre todo de lo que deseáis alimentar.
Con todo mi amor,
La Jardinera
La frase del día:“Vísteme despacio que tengo prisa, repito, vísteme
despacio que tengo muuuuucha prisa.
¡Besitoooooos!