La Junta Vecinal de Fresnedo y el Ayuntamiento de Cubillos del Sil recuperaron un antiguo lagar comunal del siglo XVIII que los vecinos usaban para prensar sus uvas. Tras una inversión de 42.000 euros, el edificio fue restaurado para convertirse en un atractivo patrimonial y mostrar a las nuevas generaciones cómo funcionaba. Varios vecinos recuerdan cómo el lagar fue perdiendo uso con el tiempo hasta quedar abandonado, por lo que la recuperación es valorada como importante para proteger la historia del pueblo
1. La nueva vida del viejo lagar de
Fresnedo
La Junta Vecinal de Fresnedo y el Ayuntamiento de Cubillos del Sil recuperan la antigua edificación
comunal del siglo XVIII que los vecinos usaban para prensar sus uvas.
Amador García (I) y Erundino Rodríguez (D), vecinos de la localidad de Fresnedo, junto al antiguo lagar ahora restaurado
2. La localidad de Fresnedo, en el municipio berciano de Cubillos del Sil, recupera un
pedazo de su historia con la rehabilitación del antiguo lagar comunal, situado en la
céntrica calle de Tras Soto del barrio de la iglesia, que los poco más de 200 vecinos del
pueblo utilizaban hace no demasiadas décadas para prensar las uvas y recoger el mosto
con el que cada familia elaboraba su particular vino de mesa. Tras una inversión
cercana a los 42.000 euros, aportados a partes iguales por la junta vecinal y el
Ayuntamiento, el edificio, construido a finales del siglo XVIII, renace de sus cenizas
para convertirse en un atractivo patrimonial para las sendas turísticas que recorren la
localidad.
En ese sentido, el alcalde de Cubillos del Sil, Antonio Cuellas, destaca que la edificación
constituye “un patrimonio etnográfico para que las nuevas generaciones conozcan
cómo funcionaba”. Al respecto, el regidor augura que “a medida que pasen los años,
llamará más la atención, porque tenía una utilidad común para muchos vecinos”.
Además de promocionar las visitas al lagar entre escolares, el Ayuntamiento también
prevé presentar la restauración a los premios que anualmente entrega la Fundación
Prada aTopea la recuperación de la arquitectura tradicional del Bierzo.
3. Estado anterior del lagar recientemente restaurado en la localidad de Fesnedo
Amenazadederrumbe
Antes de las obras que recuperaron su antiguo aspecto, la edificación presentaba “un
estado de conservación muy deficiente” y amenazaba con derrumbarse. Además, la
vegetación salvaje se había adueñado del interior del espacio. “La pared del fondo tenía
una inclinación de casi 50 centímetros entre el suelo y el techo”, explica Cuellas, que se
muestra orgulloso de haber conseguido devolver el muro a su lugar original sin tener
que demolerlo. “Lo enderezamos utilizando un camión que tiró de la pared hasta
devolverla a su sitio”,explica.
4. Al respecto, el regidor recuerda que el edificio “estaba abandonado, sin mirar paraél,se
estaba cayendo y ocasionaba problemas con los vecinos de las lindes”. “Lo sencillo
hubiera sido venir y desmantelarlo, pero decidimos restaurarlo y protegerlo”, explica
el alcalde, que añade que los trabajos también se extendieron a la cubierta de la
edificación, parcialmente derrumbada. Para levantarla de nuevo, los promotores de la
obra aprovecharon parte de las vigas existentes y completaron la estructura con
madera nueva. En ese sentido, la rehabilitación del espacio ha respetado los materiales
originales que se usaron en la construcción, para lo que ha hecho falta elaborar nuevos
ladrillos de adobe. “Hemos recuperado el aspecto original del edificio para que quede
aquí otros200años ypuedaser visitado porturistas yvecinos”, explica elalcalde.
Los planes de los responsables municipales pasan por convertir el lagar en “un lugar de
estancia y tertulia”. Además, debido al “aceptable estado de conservación” de los
mecanismos, el Ayuntamiento preveía poner en marcha la prensa en la época de la
vendimia para mostrar a los más jóvenes esta actividad tradicional. Esos planes se
fueron al traste durante la obra, cuando los técnicos comprobaron que la viga estaba
dañada y no se podría usar para su función original. “Queda como un elemento
recuperado y protegido, pero su uso es complicado”, admite Cuellas, que añade que el
husoquesirve paralevantar la viga“está apolillado y si sefuerza, se rompe”.
Ellagar deltíoMangano
A sus 73 años, Erundino Rodríguez, vecino de la localidad, recuerda la época en que el
lagar se encontraba en funcionamiento. “Tendría yo nueve o diez años, después cada
uno fue teniendo su prensa en casa y dejó de traer las uvas aquí”, explica.. “Hasta venía
un camión de Ponferrada y entraba para cargar el bujo, los restos de piel de uva, para
hacer orujo”, recuerda Erundino, que valora que la restauración ha conseguido
rescatar el aspecto original del lagar. “Pordentroestá idéntico”,subraya.
Entre los rincones recuperados del viejo edificio, Erundino destaca que el
funcionamiento del ingenio “tiene su ciencia”. “Aquí se colocaba el pie y esta viga se
levantaba hacia arriba, girando el huso. Luego se dejaba bajar para que todo el peso
descansara sobreel pie”,explica elvecino conunanostalgia quele cuestadisimular.
Otro vecino de la localidad, Amador García, también recuerda como el lagar “fue
perdiéndose y quedando abandonado”. La familia de Amador fue una de lasimplicadas
en la construcción del edificio, a finales del siglo XVIII, en la que colaboraron varios
vecinos de Fresnedo. De hecho, su abuelo fue el que taló el árbol que sirve de viga al
5. lagar, ya que la finca familiar se situaba detrás del edificio. “Durante muchos años los
vecinos del pueblo venían a explotarlo, tuvo más de diez propietarios”, recuerda
Amador, que explica que “con el tiempo se cedió a un solo propietario, el último
conocido,quele dioel nombre porel quesele conoce: Ellagar del tíoMangano”.
Otro vecino de la localidad, José Álvarez, completa la historia sobre el abandono. “Ese
señor Mangano, al que nadie conocía, lo abandonó yunvecinodelpueblosehizocargo
y pagaba la contribución, pero el edificio se empezó a deteriorar porque la gente dejó
de utilizarlo”, recuerda, y remarca que “lo que hace único al lagar de Fresnedo eslaviga,
que en otros pueblos de la comarca suele ser mucho más estrecha”. Al respecto, José
destaca la “grandiosidad” del tronco que preside la estancia y la presenciadelcascotede
la raíz, algo inusual en este tipo de construcciones. Responsable de la primera petición
de rehabilitación del edificio, hace ya más de veinte años, José valora el lagar como “un
patrimonio delpueblo”.“Menos mal quese protegió”,explica aliviado.
Respetoporlahistoria
En ese sentido, la presidenta de la junta vecinal de Fresnedo, Loli Rodríguez, recuerda
que ese primer intento de restauración no pudo efectuarse porque el edificio no era
propiedad del pueblo. “Cuando se inscribió en el catastro, se pudo acometer la
inversión”, explica la alcaldesa pedánea, que remarca que la obra era “muy demandada
por los vecinos”. Al respecto, Rodríguez recuerda que el proyecto de rehabilitación se
6. solicitó desde la propia junta vecinal, comprometida con la conservación del lagar. “O
lohacíamos ahora oya nolohacíamos, si sedeja unpocomás, se viene abajo”, explica.
Su compañero en la junta vecinal y concejal de Obras de Cubillos, Camilo Martínez,
considera que la recuperación del antiguo lagar era una necesidad “si queremos ser
respetuosos con la historia”. “Si no reconocemos nuestra propia historia, ¿dónde
queremos ir?”, se pregunta Martínez, que destaca que las actuaciones de la junta
vecinal también permitieron recuperar el año pasado la tapia del antiguo cementerio
del Obispado, hoy propiedad municipal. “Se hizo monda de los restos y la valla, de
piedra y adobe, se mantuvo en su estado original y se renovó la cubierta de pizarra”,
explica.
En la misma línea, el alcalde del municipio recuerda que “en este pueblo había muchas
edificaciones de adobe, cubiertas con techo de paja, que desgraciadamente se
sustituyeron por cubiertas de uralita hace más de 60 años, a causa del peligro de
incendio”. “Es una lástima que se perdiera ese patrimonio”, apunta Cuellas, que
considera que “entonces se tomó la decisión fácil”. “Si hoy se hubieran conservado,
esta localidad tendría muchas más visitas porque sería algo digno de ver”, remacha el
regidor.