La parábola trata de dos hermanos que trabajaban en una granja pero eran muy diferentes: uno sabía cocinar y curar pero era vago, mientras que el otro no tenía esos conocimientos pero trabajaba duro. Cuando escasearon los bienes, el dueño tuvo que despedir a uno y observó que mientras uno trabajaba, el otro no lo hacía, por lo que echó al hermano vago a pesar de sus habilidades.