La procreación es un acto maravilloso y aún rodeado de misterio, pero lo que viene luego generalmente es lo más provechoso y trascendente como realización del propio ser. Claro, como en todo hay algunos casos en los que se verifican desviaciones, pero la regla general es otra. Ser padre o madre es lo más importante que le puede ocurrir a alguien en la vida.