El documento describe cómo los golpes militares y las crisis económicas de las décadas de 1980-2000 desmovilizaron a la población y generaron desconfianza en la política. Aunque el 74% de los jóvenes no les interesa la política, algunos expertos creen que están involucrándose de nuevas formas. El gobierno propone reducir la edad mínima para votar de 18 a 16 años para ampliar los derechos de los jóvenes.