La princesa se cansó de pretendientes falsos y prometió casarse con quien le llevara el regalo más valioso, tierno y sincero. Entre los muchos regalos recibidos, destacó una simple piedra dado por un joven que representaba su corazón, duro como la piedra hasta que se llenara de amor. A pesar de los esfuerzos de la princesa, el corazón del joven seguía siendo duro, hasta que ella arrojó la piedra al fuego y comprendió que debía transformar lo