Más de 100.000 aplicaciones de salud digitales están disponibles, pero muchas no cumplen con los estándares de privacidad y seguridad. Algunas aplicaciones comparten datos personales de salud sin el consentimiento del usuario, lo que plantea preocupaciones sobre la privacidad. Se necesitan mejores regulaciones y supervisión para garantizar que las aplicaciones de salud protejan adecuadamente la información personal de los usuarios.