Alejandro Magno sucedió a su padre Filipo II como rey de Macedonia a una edad temprana. Bajo su liderazgo, su pequeño ejército derrotó al vasto Imperio Persa, conquistando territorios desde Grecia hasta la India. Alejandro concibió la idea de unificar a griegos y persas en un solo imperio con una cultura sintética, pero murió a los 33 años antes de poder consolidar su imperio, el cual se desintegró tras su muerte entre sus generales.