La resurrección de Jesús es el fundamento de la fe cristiana y ha sido profetizada en el Antiguo Testamento. Aunque los discípulos inicialmente no creyeron en la resurrección, Jesús se les apareció y los convenció, transformando sus vidas. La resurrección garantiza nuestra propia resurrección y victoria sobre la muerte, dando esperanza y propósito a los creyentes.