El poema es una reflexión sobre la vida al acercarse el final. Agradece a la vida porque nunca le dio falsas esperanzas, trabajos injustos o penas inmerecidas. Reconoce que él fue el arquitecto de su propio destino y que cosechó lo que plantó. Aunque se acerca el invierno, la vida no le prometió que mayo sería eterno. A pesar de las penas, también tuvo noches serenas. Amó y fue amado, por lo que se siente en paz con la vida.