Este documento discute cómo la violencia se ha convertido en una herramienta para combatir el crimen en América Latina. Explica que en Brasil y Colombia, la policía mata a muchos sospechosos de delitos y la gente aplaude estas acciones. También describe cómo la pobreza extrema lleva a algunas personas a cometer crímenes desesperados para sobrevivir, lo que aumenta el miedo y la inseguridad entre los ciudadanos.