La violencia domestica se define como el abuso físico, sexual o emocional que ocurre dentro del hogar por parte de un miembro de la familia hacia otro a través de amenazas o fuerza. Algunas causas comunes son el alcoholismo, los celos, la falta de comunicación, la vergüenza y el miedo. Para detener la violencia, las autoridades pueden arrestar al agresor, desalojarlo de la casa, prohibir armas en el hogar y evitar contacto entre ambos.