La Locura invitó a sus amigos a jugar a las escondidas en su casa. Algunos amigos se escondieron en lugares como los árboles, debajo de piedras y en el jardín. Cuando terminó de contar, La Locura comenzó a buscarlos pero no pudo encontrar al Amor. Finalmente lo encontró escondido entre los tallos de un rosal, donde se había pinchado un ojo con una espina. La Locura pidió disculpas y el Amor las aceptó. Desde entonces, "el amor es ciego, y la locura