2. Blanquita y Pintitas eran dos palomitas pequeñas, que cuando
aprendieron a volar querían ser embajadoras de la PAZ igual que sus
papás, sus hermanos, sus abuelos y todas las palomas de su familia.
Un día se prepararon para el largo viaje y salieron volando para
buscar la PAZ y llevarla al mundo entero, pero no sabían donde
encontrarla
3. Recorrieron muchos países, desiertos, bosques y lugares donde nadie
sabía qué era la PAZ, ni dónde estaba. Vieron hombres con armas,
haciendo la guerra y volaron lejos, lejos muy asustadas. Vieron
poblados de personas sin casas, ni agua, ni colegios, ni hospitales, allí
no estaba la PAZ
4. Cada lugar por el que volaban Blanquita y Pintitas era triste,
nadie sonreía, ni decían cosas bonitas de los demás. Vieron
bosques quemados, ríos con aguas envenenadas y peces
muertos.
5. Un día, cansadas y tristes se posaron en un árbol de un parque. Había
muchos niños y niñas celebrando un cumpleaños, el de Miguel. Su
mamá les había regalado globos a todos. Jugaban y estaban felices, no
se gritaban, se reían, compartían la merienda y, las palomas se
quedaron mirando. Allí estaba la PAZ. La encontraron.
6. Los niños y niñas ayudaron a las palomas lanzando sus globos al
cielo con mensajes de PAZ dentro, para que ellas los leyeran y
se lo contaran a la gente.
Los mensajes decían: La PAZ está en ti, en mí, en mi
familia, en el cole, en el respeto, en el corazón, en la calle, en no
gritar, en el mundo…
LA PAZ ESTÁ EN TU
CORAZÓN
LA PAZ ESTÁ EN LA PAZ ESTÁ EN TU
EL COLE CASA
7. Blanquita y Pintitas comprendieron que la PAZ no se lleva de un lugar a
otro, que está en todos y cada uno de nosotros, y en la naturaleza libre y
hermosa, que sólo hay que sacarla al exterior y no olvidarla en el último
rincón de nuestro pensamiento y nuestro corazón.
Así fue como las palomas y los niños enseñaron a los mayores como
deben portarse con los demás.
Blanquita y Pintitas fueron premiadas como las mejores palomas
embajadoras de la PAZ de todos los tiempos.