Jesús perdonó los pecados de un hombre paralítico y lo sanó. Luego escogió a un recaudador de impuestos llamado Leví para que lo siguiera. Finalmente, Jesús explicó que había venido a llamar a los pecadores a arrepentirse y confiar en él, no a los que se creían justos por sí mismos.

1. Lección 54: Edifiquemos Sobre Cimientos Firmes

2. 1. Jesús perdonó los pecados de un hombre
paralítico y lo sanó (Marcos 2:1-12).
2. Jesús escogió a Leví para ser un discípulo
(Marcos 2:13-14).
3. Jesús vino a llamar a los pecadores
(Marcos 2:15-17).

3. Marcos 2:1 Entró Jesús
otra vez en Capernaum
después de algunos días;
y se oyó que estaba en
casa.
2:2 E inmediatamente se
juntaron muchos, de
manera que ya no
cabían ni aun a la
puerta; y les predicaba
la palabra.

5. Marcos 2:3 Entonces
vinieron a él unos
trayendo un paralítico,
que era cargado por
cuatro.
2:4 Y como no podían
acercarse a él a causa de
la multitud, descubrieron
el techo de donde estaba,
y haciendo una abertura,
bajaron el lecho en que
yacía el paralítico.

7. La incapacidad de este hombre, nos hace
recordar la incapacidad de toda la gente. Nadie
es capaz de librarse a sí mismo del gobierno de
Satanás, del pecado que controla su vida, ni del
castigo por su pecado.
Ustedes no se pueden librar a sí mismos.
Nosotros no podemos librarlos a ustedes. La
religión no puede salvarlos. Un líder religioso
no puede salvarlos. El bautismo tampoco
puede salvarlos. Entonces, ¿quién puede
librarlos del pecado, Satanás y la muerte?

8. Marcos 2:5 Al ver Jesús la fe
de ellos, dijo al paralítico:
Hijo, tus pecados te son
perdonados.
Los amigos del hombre paralítico lo llevaron a Jesús.
Ellos sabían que Jesús era el único que podía
ayudarlo.

9. Marcos 2:6 Estaban allí
sentados algunos de los
escribas, los cuales
cavilaban en sus
corazones:
2:7 ¿Por qué habla éste
así? Blasfemias dice.
¿Quién puede perdonar
pecados, sino sólo Dios?

10. Marcos 2:8-12 “Y conociendo luego Jesús en su
espíritu que cavilaban de esta manera dentro de sí
mismos, les dijo: ¿Por qué caviláis así en vuestros
corazones?, ¿Qué es más fácil, decir al paralítico:
Tus pecados te son perdonados, o decirle:
Levántate, toma tu lecho y anda?, Pues para que
sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la
tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): A
ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu
casa. Entonces él se levantó en seguida, y tomando
su lecho, salió delante de todos, de manera que
todos se asombraron, y glorificaron a Dios,
diciendo: Nunca hemos visto tal cosa.”

11. Marcos 2:13 Después
volvió a salir al mar; y
toda la gente venía a él,
y les enseñaba.
Marcos 2:14 Y al pasar,
vio a Leví hijo de Alfeo,
sentado al banco de los
tributos públicos, y le
dijo: Sígueme. Y
levantándose, le siguió.

12. Jesús escogió a un hombre llamado Leví para
que lo siguiera como uno de Sus discípulos.
estaba trabajando para los romanos,
recaudando impuestos de su propio pueblo, los
judíos. Como los recaudadores de impuestos
trabajaban para los romanos, generalmente
eran odiados y despreciados por los judíos.

13. Leví cambió su forma de pensar en cuanto a sí
mismo, su pecado y la Palabra de Dios. Se puso
de acuerdo con Dios.
Él confió en Jesús como el Salvador que Dios
había enviado al mundo.
Leví era conocido con el nombre
de Mateo. El Espíritu Santo le
dijo a Mateo lo que debía escribir.

14. Marcos 2:15 Aconteció que estando
Jesús a la mesa en casa de él, muchos
publicanos y pecadores estaban
también a la mesa juntamente con
Jesús y sus discípulos; porque había
muchos que le habían seguido.
2:16 Y los escribas y los fariseos,
viéndole comer con los publicanos y
con los pecadores, dijeron a los
discípulos: ¿Qué es esto, que él come
y bebe con los publicanos y
pecadores?

15. Marcos 2:17 Al oír esto
Jesús, les dijo: Los sanos
no tienen necesidad de
médico, sino los enfermos.
No he venido a llamar a
justos, sino a pecadores.

16. Así como la gente que está sana no ve la necesidad de
ir al médico, de igual manera aquellos que piensan
que no son pecadores, no ven la necesidad de acudir
al Salvador. Así como un enfermo necesita un médico,
del mismo modo los pecadores necesitan al Salvador.
Jesús no vino a salvar a la gente que piensa que está
sin pecado o que se cree lo suficientemente buena
para que Dios la acepte, piensan que ya son justas.
Jesús vino a salvar a los pecadores. Él vino a decirles
que cambien su forma de pensar en cuanto a sus
pecados y se acerquen a Él. Jesús vino a llamar a
todos aquellos que están dispuestos a reconocer
delante de Dios que son pecadores incapaces y están
dispuestos a confiar en Él como su Salvador.

17. ¿Reconoces tú que eres pecador, que
has violado las leyes de Dios, que
estás condenado por Él a ir al castigo
eterno, y que solamente la
misericordia de Dios puede salvarte?