Un profesor realizó un experimento con un frasco, piedras de diferentes tamaños y arena para enseñar a sus alumnos que aunque parezca que no hay espacio, siempre es posible hacer caber más. El profesor llenó el frasco con piedras grandes y luego agregó piedras más pequeñas y arena que se filtraban en los espacios, demostrando que el frasco no estaba realmente lleno. La lección principal fue que si no se colocan las cosas más importantes primero, después ya no habrá espacio para ellas.