Los peritios eran animales mitad ciervo y mitad ave que vivían en la Atlántida. Tenían la cabeza y patas de ciervo y el cuerpo de un pájaro con alas y plumas, y su sombra tenía la forma de un hombre. Se cree que eran espíritus de personas que murieron sin perdón y para ser perdonados hacían coincidir su sombra con la de un hombre muerto.