La leyenda de Pegaso describe cómo este caballo alado nació de la fuente del océano y fue al Olimpo para servir a Zeus llevando su rayo. Gracias a Pegaso, Bellerofonte pudo matar a la Quimera y vencer a las Amazonas. Al final, Zeus convirtió a Pegaso en una constelación para que fuera eterno, y una de sus plumas cayó cerca de Tarsos, dándole su nombre a la ciudad.