La leyenda griega de Orfeo narra cómo el hijo de Zeus, Orfeo, se negó a adorar a su padre porque estaba borracho todo el tiempo. Como castigo, Zeus envió ménades que mataron a Orfeo mientras dormía, cortando su cabeza y destrozando su cuerpo. La enseñanza es que debemos obedecer las reglas y autoridades o podemos ser castigados, como le ocurrió a Orfeo.