La leyenda mexicana de "La casa del trueno" narra el origen de una pirámide dedicada al dios del trueno. Los antiguos sacerdotes realizaban rituales en una caverna para invocar al dios del trueno y la lluvia, haciendo sonar truenos y arrastrando pieles de animales mientras lanzaban flechas al cielo. Esto dio origen a la construcción de la Pirámide de El Tajín en veneración al dios del trueno.