Este documento resume los puntos principales de una asamblea sindical de profesionistas arquitectos conservadores del patrimonio cultural en San Francisco de Campeche. Reconoce la importante labor de los miembros de la delegación sindical de conservar el patrimonio nacional y expresa solidaridad con sus luchas por mantener la autonomía de los bienes patrimoniales. También enfatiza la necesidad de unidad para preservar el sindicato SNTE de los ataques que buscan su extinción y articular esfuerzos con la nueva dirigencia para

1. LÍNEAS DISCURSIVAS.
SAN FRANCISCO DE CAMPECHE, 11 DE OCTUBRE DE 2013.
ASAMBLEA DELEGACIONAL ORDINARIA
DELEGACIÓN SINDICAL D-II-IA-2,
PROFESIONISTAS, ARQUITECTOS CONSERVADORES DEL PATRIMONIO
CULTURAL DEL INSTITUTO NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA.
1. Esta Asamblea Sindical se realiza en el marco del 13° Congreso
Nacional Académico de los Profesionistas Arquitectos Conservadores
del patrimonio Cultural.
2. Valoramos con profunda convicción la importante tarea que realizan
los miembros de esta delegación sindical de ser los garantes de la
conservación del tesoro nacional en sus bienes patrimoniales, única y
verdadera herencia al México del futuro de los que nos une entre el
pasado y el presente y confirma nuestra identidad, valores y sentido
nacional.
3. Soy solidario con sus luchas recientes por conservar la autonomía e
inafectabilidad de los bienes patrimoniales de la nación ante los
embates de comercializar y privatizar lo que por esencia pertenece al
pueblo de México.
4. En estos momentos difíciles para el SNTE en donde una vez más la
suma de intereses del capital y de los enemigos naturales del
magisterio y su organización sindical renuevan sus ataques para su
extinción, requerimos de la suma de voluntades, de esfuerzos, de
conciencia y sobre todo de unidad nacional para preservar este

2. sindicato próximo a cumplir 70 años y de los poco que quedan como
baluarte del movimiento obrero mexicano.
5. Es importante articular esfuerzos con la dirigencia delegacional que
hoy resulta electa, para alcanzar metas que aún no hemos logrado,
pero que cobran vigencia renovada por la necesidad de equiparar las
conquistas del Instituto con las de los trabajadores académicos de
otras instituciones de educación superior como el IPN. Me refiero a la
rezonificación económica de la zona II a la III y la homologación de la
prima de antigüedad.