2. • En el Apocalipsis abundan tanto los símbolos, que
siempre es bueno que nos preguntemos si un
determinado asunto que aparece en el libro es simbólico
o literal. Por supuesto. cuando se trata de detalles
concernientes a profecía no cumplida todavía, la modestia
y la precaución deberían prevalecer; esos asuntos podrían
no llegar a acontecer como nosotros lo esperamos.
3. • Pero si tomamos literalmente el número 144.000. tenemos
que admitir que enfrentamos muchas dificultades. Se nos
dice que los 144.000 sellados proceden "de todas las tribus
de los hijos de Israel", 12.000 de cada tribu, de Juda, Rubén,
Gad, Aser, Neftalí, Manases, Simeón, Leví, Isacar, Zabulón,
José y Benjamín. Nos hemos acostumbrados a pensar en Dios
como Alguien que extiende su gracia gratuitamente a todos y
que acepta a todos los que responden afirmativamente.
4. • Al saber esto, y al conocer la naturaleza humana, nos
asombra que precisamente 12.000 —ni más, ni
menos—, aceptarán el Evangelio de cada una de las
doce tribus. Nada semejante ha sucedido nunca
antes.
5. • Desde que los judíos regresaron de Babilonia en el siglo
VI AC, hace unos 2.500 años, no se hizo nunca ningún
intento serio —y a veces nada, en absoluto— para im-
pedir los casamientos entre miembros de las diferentes
tribus, quizá con la única acepción de un intento que se
hizo con respecto a la tribu sacerdotal de Leví.
6. • En el tiempo de Jesús las doce tribus se habían
entremezclado mayormente, y se ha sugerido que en
sentido genético casi cada judío es un "hijo de David". Es
sumamente difícil concebir que existan en la actualidad
12.000 representantes de pura sangre de cada una de las
doce tribus cuya lista aparece en Apocalipsis 7.
7. • Por otra parte, la lista de tribus que aparece en
Apocalipsis 7 presenta sus propios problemas si se la
toma literalmente. Es distinta de la lista de las tribus
que se encuentra en otros pasajes de las Escrituras.
incluso es distinta de la que aparece en Ezequiel 48 que,
como la de Apocalipsis 7, es escatológica. (las listas que
aparecen en las páginas siguientes.)
8. • La profecía de Ezequiel 48 pronuncia la salvación
final de Israel y la división escatológica, o del tiempo
del fin, de la tierra de Palestina. Si ambas listas, la de
Ezequiel 48 y la de Apocalipsis 7, realmente se están
refiriendo a la salvación final del Israel literal,
deberíamos esperar que coincidieran.
9. • La lista de San Juan en el Apocalipsis se diferencia de las
otras en el hecho de que omite a Dan y a Efraín. Se
podría argumentar que éste se halla incluido
indirectamente Porque se menciona a José, y Efraín era
su hijo: pero sobre esta base tendríamos que reconocer
que Manases, aparece dos veces puesto que también
era hijo de losé.
10. • No se ha ofrecido ninguna aplicación satisfactoria de esta lista
irregular de nombres a menos que sea ésta: San Juan trata de
decir que las doce tribus de Israel no constituyen el Israel
literal, sino el verdadero Israel espiritual: la iglesia. Algunos
intérpretes han tratado de evitar la mayor de las dificultades:
la omisión de Dan (que es la primera tribu mencionada como
parte del pueblo del tiempo del fin de Ezequiel 48), al sugerir
que se espera que el Anticristo surja de esa tribu.
11. • Se considera entonces que esta tribu es apóstata,
que está excluida del pueblo de Dios y de su herencia
de la tierra. Esta opinión se remonta hasta Ireneo.
Carece de base, sin embargo, puesto que Dan
aparece entre los salvados del pueblo escatológico
de Ezequiel 48.