El graffiti se originó en Tijuana, México debido a su proximidad con Estados Unidos, donde los "cholos" adoptaron esta forma de expresión influenciados por los muralistas chicanos. Más tarde se desarrolló en Guadalajara, donde surgieron los primeros estilos de firmas y tags. En Europa, el graffiti llegó de la mano del hip hop en los años 80 desde Estados Unidos, apropiándose de las paredes y canchas deportivas, proliferando luego los fanzines y sitios web dedicados al graffiti.