La mayoría de los ríos españoles son cortos y poco caudalosos, y pertenecen a tres vertientes hidrográficas: la cantábrica, la atlántica y la mediterránea. Los ríos más largos son el Tajo y el Ebro. La vertiente atlántica es la más extensa y comprende ríos como el Duero, el Tajo y el Guadiana.