Los signos vitales son indicadores del estado fisiológico de órganos como el cerebro, corazón y pulmones. Los cuatro signos vitales principales que los médicos examinan son la temperatura corporal, pulso, presión arterial y frecuencia respiratoria. Los signos vitales varían dependiendo de la edad, desde recién nacidos hasta adultos, y proporcionan información sobre alteraciones de salud.