2. Maestros y profesores afectuosos despiertan tempranoMaestros y profesores afectuosos despiertan temprano
y duermen tarde,y duermen tarde,
movidos por la idea fija de que pueden mover el mundo.movidos por la idea fija de que pueden mover el mundo.
3. Apasionados, olvidan la hora del almuerzo y de la cena :
están preocupados con las múltiples hambres que,están preocupados con las múltiples hambres que,
de múltiples formas, debilitan lasde múltiples formas, debilitan las
inteligencias.inteligencias.
4. Las profesoras apasionadas descubrieron que hay
hombres en el magisterio igualmente apasionados por
el arte de enseñar, que es el arte de dar contexto
a todos los textos.
5. No hay pretextos que
justifiquen, para los profesores
afectuosos, un grado menos de
pasión, y no va en éso ni un
poco de romanticismo barato.
Apasionarse sale caro!
6. Los profesores apasionados, con o sin auto,
bocinan el silencio comodista,
llevan a los alumnos que viven más lejos del conocimiento,
salen cantando la rueda de la alegría, sin necesidad de tener
que firmar claúsulas perimidas.
7. Si están apasionados, y lo están,
hacen de la sala del aula un espacio de cánticos,
de énfasis, de síntesis que demuestran, por la
vía del contraste, lo absurdo que es vivir sin pasión,
enseñar sin pasión.
8. Da pena, da compasión ver el profesor desapasionado,
soñando despierto con la jubilación, contando con
los dedos los días que faltan para sus vacaciones,
buscando en el calendario los próximos feriados.
9. Los profesores apasionados saben muy bien
de las dificultades, de la falta de respeto, de las
injusticias, hasta de los horrores que hay
en la profesión.
Pero el profesor apasionado no deja de profesar,
y su protesta es continuar amando
apasionadamente.
10. Continuar amando es no perder la fe,
palabra pequeña que no se diluye
en el café ralo, no huye pelo ralo,
no se apaga
como un trazo de tiza
en el cuadro.
11. Tener fe impide que el miedo lastime el amor,
que las alienaciones antiguas y nuevas
substituyan la lúcida esperanza.
12. Dar aula no es contar chistes, pero quien da aula sin
humor no tiene nada, enseñar es una forma de oración.
No esa oración de repetir palabras
sin sentido, con voz melosa o ríspida.
Mera oración subordinada, y nada más.
13. Los profesores
apasionados quieren
todo.
Quieren multiplicar el tiempo, sumar esfuerzos,
dividir los problemas para solucionarlos.
Quieren analizar la química de la realidad.
Quieren trazar el mapa de inusitados tesoros.
14. Los ojos de los profesores apasionados brillan cuando,
en el medio de una explicación, perciben la
sonrisa del alumno que entendió algo que
el mismo, profesor, no esperaba
explicar.
15. La pasión es inexplicable, lo sé.
Pero es también indisfrazable.
Con cariño:
“A TODOS LOS DOCENTES APASIONADOS”