El capítulo describe las políticas de disciplina de la escuela. Establece que los maestros y alumnos son responsables de su conducta. También indica medidas que el director tomará para mantener el orden como evitar cambios de maestros, promover la participación de los alumnos y vigilar la asistencia. Señala que las faltas de los alumnos serán comunicadas a los padres y que infracciones del personal serán reportadas a superiores. Prohíbe medidas disciplinarias diversas y dice que casos graves serán estudiados por el director.