La Revolución Francesa trajo importantes innovaciones políticas como la reforma agraria que permitió a los campesinos acceder a la propiedad de tierras, la abolición del feudalismo que puso fin al vasallaje y la servidumbre, y el desarrollo de los primeros sectores políticos como la derecha, el centro y la izquierda con la elección de representantes. Además, la revolución estableció la soberanía nacional y la división de poderes.