Marcelino fue un hombre que luchó por una buena educación para los niños y jóvenes basada en el amor y el respeto en lugar de los golpes. Fundó la comunidad marista para educar a todos los niños y ayudar a los más necesitados. Nació en 1789 en Francia y a pesar de enfrentar dificultades, nunca se rindió en su misión de educar a través de la fe y el amor a María.