San Marcelino Champagnat fundó la congregación de los Hermanos Maristas en 1817 para enseñar catecismo a los niños y propagar la devoción a la Virgen María. Nació en Francia en 1789 y desde joven sintió vocación sacerdotal a pesar de dificultades en sus estudios. Ordenado sacerdote en 1816, fundó la congregación para educar a la juventud después de ver que un niño moribundo no conocía la religión. La congregación creció rápidamente gracias a su énfasis en la educación,