El documento habla sobre el hambre crónico que mata a más personas que el hambre aguda. Cada día el hambre invisible y las enfermedades relacionadas matan a 34,000 niños menores de cinco años, lo que suma 12 millones de niños por año, una cifra mayor que el total de personas que murieron anualmente durante la Segunda Guerra Mundial. Esta mortalidad es equivalente al número de personas que morirían instantáneamente si cayera una bomba atómica como la de Hiroshima.