El documento clasifica los productos tecnológicos en bienes tangibles, servicios que se apoyan en productos tangibles como cajeros automáticos y computadoras, y procesos que siguen pasos u operaciones determinadas para producir cambios en la materia a través de acciones mecánicas o químicas. Además, explica que el análisis de los productos tecnológicos permite conocer cómo funcionan y para qué sirven, así como las relaciones entre las tecnologías utilizadas y sus implicancias económicas.