Jesús les dice a sus discípulos que cuando venga el Espíritu Santo, les dará testimonio de Él y los discípulos también darán testimonio. Jesús les advierte que serán perseguidos y excomulgados de la sinagoga, e incluso podrían ser asesinados, aunque sus perseguidores crean que honran a Dios con esto. Jesús les habla de esto para que cuando llegue la hora se acuerden de Sus palabras.