El profesor llenó un frasco con pelotas de golf, canicas y arena para demostrar a sus estudiantes que aunque parezca lleno, siempre hay espacio para lo que más importa. Las pelotas de golf representan las cosas y personas más importantes de la vida, mientras que la arena son las pequeñeces que a veces nos distraen. Al final, añadió café al frasco para mostrar que siempre hay tiempo para los amigos.