María Magdalena descubre que la piedra ha sido removida de la tumba de Jesús y le informa a los discípulos Pedro y Juan. Los dos discípulos corren hacia la tumba, donde Juan llega primero pero no entra, mientras que Pedro entra y ve las vendas pero el sudario enrollado en otro lugar. Juan luego entra, ve esto y cree que Jesús ha resucitado de entre los muertos tal como las Escrituras lo predecían.