Mensaje de la Conferencia Episcopal Paraguaya sobre la marcha de pobladores de Puerto Casado
1. MENSAJE DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL PARAGUAYA SOBRE LA
MARCHA DE POBLADORES DE PUERTO CASADO
Los Obispos, miembros de la Presidencia de la Conferencia Episcopal
Paraguaya, CEP, llamamos a una reflexión serena, efectiva y constructiva sobre
los reclamos de pobladores de Puerto Casado, quienes han emprendido la cuarta
marcha para reivindicar sus derechos ciudadanos. Ante este
acontecimiento, exhortamos:
1. A la ciudadanía toda, para que tome conciencia de estos reclamos,
analizándolos, evaluándolos y vertiendo una serena y consciente opinión sobre
este caso de connotaciones nacionales. Se impone, desde luego, adoptar una
postura positiva a fin de acompañar con espíritu humanista y cristiano a estos
ciudadanos. La dignidad de la persona humana debe ser promovida
independientemente de los intereses sectoriales.
2. A las autoridades de los poderes públicos e instituciones del Estado, para que
con un discernimiento justo evalúen toda la situación de estos pobladores en un
contexto de búsqueda del bien común nacional y de la dignidad humana que
promueva una vida digna y ofrezcan prontamente las soluciones oportunas. Es
importante considerar la necesidad de proteger una ecología equilibrada de la
región, como también el desarrollo sustentable de esa comunidad chaqueña.
3. Recordamos, una vez más, el compromiso de la Iglesia Católica en nuestro país
de acompañar al pueblo en sus necesidades y aspiraciones. No le mueve ningún
interés socio político, sino las exigencias propias de su misión evangelizadora,
pues el Señor Jesús vino para que los seres humanos tengan vida y la tengan en
abundancia (Juan 10,10).
Los miembros de la Presidencia de la CEP, interpretando el deseo de los demás
Obispos, formulamos votos para que las soluciones al caso se realicen con la
celeridad que la situación reclama. Encomendamos a todos en nuestras oraciones
y rogamos la bendición de Dios y de María Santísima.
Asunción, 18 de septiembre de 2009
PRESIDENCIA DE LA CEP