Pronunciamiento ante violentas represiones a manifestantes y la puesta en vigencia del estado de excepción
1. Pronunciamiento ante violentas represiones a
manifestantes y la
puesta en vigencia del estado de excepción
Los obispos del Paraguay, reunidos en la 167º Asamblea Planaria
Ordinaria, hemos acompañado y vivido con mucho dolor los últimos
acontecimientos ocurridos en nuestro País. Una vez más la violencia
provocada contra la sociedad, como camino de solución de nuestros
graves problemas, incluyendo intereses políticos, ha creado un
ambiente de zozobra e incertidumbre en la población, además de dejar
dos muertes, personas heridas y grandes destrozos materiales.
Numerosas personas han sido apresadas por participar en las
manifestaciones o por sospechas, que en todo caso, la justicia debe aclarar.
Ante estos hechos insistimos en el respeto a los valores costitucionales,
al estado de derecho, en la defensa de los Derechos Humanos, y en la
búsqueda de los necesarios cambios para el país por vía institucional
y con la participación de todos en el ejercicio de los deberes ciudadanos.
Rechazamos toda clase de violencia, venga de grupos politicos,
sociales o del Gobierno. Exhortamos y exigimos, una vez más, a las
autoridades, que busquen respuestas eficaces a las múltiples
necesidades de nuestro pueblo, especialmente las provocadas por la
creciente pobreza. Este es el momento de llevar a la práctica las
propuestas presentadas en el documento de las Conclusiones del
Diálogo Nacional promovido por la Iglesia con los distintos sectores
de la sociedad civil y los Poderes del Estado. Téngase especialmente
en cuenta, la lucha tenez contra la corrupción e impunidad, la
reactivación económica urgente y la creación inmediata de fuentes de trabajo.
Confiamos en la capacidad de vida y de esperanza de nuestro pueblo.
Con él creemos que somos capaces de superar estos males. Nos
encomendamos a nuestra Madre la Virgen de Caapupé implorando
su bendición sobre todos los habitantes de nuestra querida tierra paraguaya.
A todos bendecimos con paternal afecto.
Asunción, 17 de Julio de 2002
Firman los Obispos del Paraguay