El documento habla sobre las mentiras que los jóvenes creen acerca de su valor basado en la belleza física y los peligros de esto como trastornos alimenticios. Resalta que todos somos creaciones maravillosas de Dios y debemos cultivar nuestra belleza interior en lugar de compararnos o imitar a otros. Aconseja cuidar la apariencia y la salud, reflejando la belleza interior a través de la modestia en la forma de vestir y rechazando símbolos satánicos.