Mercurio experimenta temperaturas extremas con un lado que alcanza los 425°C y el otro cayendo a -170°C. Su superficie está llena de cráteres y grietas como la Luna y gira lentamente una vez cada 58 días. A pesar de su pequeño tamaño, Mercurio tiene un núcleo metálico parcialmente líquido que indica una alta densidad similar a la Tierra.