El documento describe las características del método histórico de la Iglesia, incluyendo la presentación imparcial y objetiva de los hechos, un examen concienzudo de las fuentes primarias, el uso de la crítica interna y externa sin prejuicios, con el deseo de descubrir la verdad. También menciona la necesidad de comprender la evolución interna de los hechos y sus relaciones mutuas, así como la conexión entre los hechos y las personas involucradas.