Lucas describe el encuentro del Resucitado con sus discípulos como una experiencia fundante. Jesús desea poner en marcha un movimiento de testigos capaces de contagiar a todos la Buena Noticia de que Jesús está vivo. Jesús regenera la fe de los discípulos, que se sienten llenos de miedo y dudas, para que sean testigos de su presencia viva y contagien su experiencia a otros con sus palabras y acciones más que con doctrinas. El verdadero problema de la Iglesia es la falta de testigos.