La experiencia del autor en el Colegio Loyola ha sido maravillosa porque ha conocido personas especiales que han compartido su conocimiento y sabiduría. Sus compañeros lo han acompañado desde el año pasado y siempre han estado con él en las buenas y en las malas. Aunque a veces les da pereza en clase, saben que deben estudiar para ser grandes personas y más tarde agradecerán a los que los apoyaron.