Adriana Gutiérrez González cuenta su historia como voluntaria de la Cruz Roja Nicaragüense desde que fue atendida por un socorrista tras sufrir una herida durante el Huracán Juana en 1979, lo que la motivó a unirse como miembro de la Cruz Roja Juventud y graduarse como socorrista en 1997. Desde entonces, ha brindado su servicio en diferentes actividades y emergencias como los huracanes Beta y Mitch, servicios de primeros auxilios, colectas de sangre y apoyo a niños en navidad, y planea