El Miércoles de Ceniza marca el inicio de la Cuaresma, un tiempo de arrepentimiento y conversión. La tradición de imponer cenizas en la frente simboliza la mortalidad humana y el llamado a la penitencia. Originalmente, la Cuaresma comenzaba el domingo para respetar el día de descanso, pero luego se trasladó al miércoles previo para permitir el ayuno cuaresmal.