La CIA ha estado involucrada en actividades ilegales y poco éticas a lo largo de su historia. Aunque se supone que debe proteger la seguridad nacional de Estados Unidos, en realidad ha participado en golpes de estado, asesinatos y experimentos humanos sin el consentimiento de las personas. Estas acciones han dañado la reputación de Estados Unidos en el extranjero y plantean serias preguntas sobre la rendición de cuentas y la supervisión de la agencia de inteligencia.