Este documento presenta una misa para niños centrada en el testimonio de Juan Bautista sobre Jesús como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. La misa incluye una acogida, perdón, lecturas bíblicas, peticiones y ofrendas. El mensaje principal es que los niños deben ser testigos de Jesús a través de sus palabras y acciones, al igual que Juan Bautista señaló a Jesús y lo presentó como el salvador.