1. Aportes - 1
primeras nociones rezaba: Soy cristiano
por gracia de Dios. ¡Gran verdad!, pero
no toda, porque a la hora de dar razones
de nuestra fe, como pedía Pedro en su
carta, a veces no sabemos decir más que
somos cristianos porque nos bautizaron.
Y esto, ¿a qué viene? A que a veces
leemos el Evangelio (también a nuestros
niños) sólo como historia sagrada y no
estudiando y ahondando en sus páginas,
donde el mismo Jesús nos habla y enseña
hoy,aquí y ahora a vivir por él,con él y en
él, asegurándonos que él es el único que
nos salva de todo aquello que nos aleja
del amor. Por eso Jesús insiste en que
vivamos vigilantes, sin dejarnos manejar
por las demasiadas preocupaciones de
este mundo pasajero.
El Verbo, segunda persona de la Trini-
dad, asume nuestra naturaleza, nos en-
seña y ayuda a ser plenamente hombres,
y a liberarnos de cuanto impide concretar
el proyecto del Padre. Pero también nos
llama y envía a liberar las tinieblas de la
mente, cuando estamos atrapados por las
mentiras, nos llama a romper las cadenas
que tuercen la voluntad de los que, en vez
de construir la paz y el bien, siembran
cizañas de maldad y muerte.
Seguros de que para Dios todo lo
bueno es posible, pongamos en acción
cuanto Jesús nos enseña, haciendo reali-
¡Levanten la cabeza, que ya
llega nuestra liberación!
Jer 33, 14-16; Sal 24, 4-5. 8-10; 1Tes
3,12 – 4, 2; Lc 21, 25-28. 34-36
Adviento comprende cuatro semanas
de preparación a las fiestas navideñas.
Comenzamos hoy la primera semana del
ciclo “C” de la liturgia. En ellas veremos
en Jesús el cumplimiento de las antiguas
promesas de un Mesías Salvador y reavi-
varemos la esperanza en la manifestación
definitiva del Reino de Dios, aportando
esfuerzos a la construcción del mundo
nuevo que Dios quiere para nosotros.
Los males de este mundo reavivan
en nosotros la esperanza en Dios, que
establecerá entre los hombres el derecho
y la justicia, el amor y la paz. Un día esta-
remos de pie ante Jesús y, a su luz, serán
juzgadas nuestras obras, un juicio que se
basa en el amor, a la luz del Evangelio.
Entendamos pues, que ser cristiano
es precisamente amasar y amoldar todo
nuestro ser y quehacer dentro de los
criterios del evangelio, a imagen y se-
mejanza de Jesús, rechazando cualquier
otro modelo que ofrezca el mundo. Jesús
sabe muy bien que no es fácil, por eso
permanece a nuestro lado con su gracia.
Hay cristianos sólo por tradición y costum-
bre, por sentimiento y por cumplimiento,
quizá porque eso es lo único que apren-
dieron. Nuestro pequeño catecismo de (Continúa en la p. 4).
Aportes para la homilía
Aportes
Celebración
1 Domingo de Adviento 29 de noviembre de 2015
Ciclo C. Color: Morado Año XIX - Nº 1110
Aportes
Celebración
para la
Homilía y guión para la Santa Misa
2. Aportes - 2
1) Introducción
Hermanos: Reunidos en el nombre
del Señor, comenzamos el tiempo
de Adviento, en el cual agradece-
mos al señor por su primera venida
en la Navidad, nos preparamos para su
segunda venida en la plenitud de los
tiempos y nos dispone para su venida
constante en el día a día. Alcemos la
cabeza, porque en Cristo llega nuestra
liberación. Juntos cantemos…
2) saludo de bienvenida
En este primer domingo de Ad-
viento, el mensaje del profeta nos
exhorta a aguardar al Mesías, por-
que Dios siempre cumple sus promesas.
Que el Señor que viene a salvarnos,
esté con todos ustedes.
3) Acto penitencial
El Señor llega para liberarnos de
las tinieblas y de la esclavitud del
pecado, reconozcamos nuestras
faltas.
* Tú, el Mesías esperado, Señor
ten piedad.
* Tú, el que viene a liberarnos
del pecado y del odio, Cristo ten
piedad.
* Tú, el Señor de la historia que nos
llama a la conversión, Señor ten
piedad.
Dios todopoderoso tenga mise-
ricordia de nosotros, perdone
nuestros pecados y nos lleve a la
vida eterna.Amén.
4) Lecturas
Primera lectura (Jer 33, 14-16):
Siglos antes de Jesús, en tiempos
difíciles, Jeremías anunciaba las
acciones liberadoras de Dios a través de
un descendiente de David.
Salmo (Sal 24, 4-5.8-10):El Salmo 24
habla de Dios, siempre atento a nuestras
necesidades, recto y bondadoso, que
enseña sus caminos al humilde y se deja
ver por quien le tiene respeto.
Segunda lectura (1Tes 3,12—4, 2):
Pablo exhorta a los cristianos de Te-
salónica a vivir en armonía y caridad,
aguardando el día en que Jesús vuelva
con todos sus santos.
Evangelio (Lc 21, 25-28. 34-36): En
medio de un discurso que posiblemente
inspire temor, el Maestro Divino nos ani-
ma, nos alienta a la esperanza.
5) Oraciones de los fieles
Hermanos, elevemos nuestra ora-
ción al Padre Dios, confiados en
que siempre cumple sus promesas
y no desoye el clamor del necesitado.
Digamos:
Esperamos en ti, Señor.
4 Por la Iglesia, que espera la
venida de Cristo, su Esposo; para que
mientras aguarda aquel día glorioso,
pueda llevar a cabo en el mundo la
misión de anunciarlo. Oremos.
4 Por nuestra patria; para que, expec-
tante por prontas mejoras, tenga como
prioridad la atención a los más olvida-
dos de la sociedad. Oremos.
4 Por los estudiantes que finalizarán
pronto el año de estudios; para que
todo lo aprendido durante este año
pueda ser de provecho y puesto al
servicio de la sociedad. Oremos.
4 Por los hermanos que sufren, especial-
mente por aquellos que han perdido
todo tipo de esperanza; para que el
Guión para la Santa Misa
3. Aportes - 3
consuelo les llegue pronto a través de
las manos solidarias de todos.Oremos.
4 Por nosotros, aquí reunidos, para que
no perdamos la confianza en Aquel
que nos pide levantar la cabeza, ya
que se acerca nuestra liberación.
Oremos.
Mira con bondad, Padre Dios,
las oraciones de tu pueblo, que
aguarda de tus manos la libera-
ción, manifiesta en tu Hijo Jesús. Él
que vive y reina por los siglos de los
siglos.Amén.
6) Presentación de las ofrendas
Al presentar el pan y el vino, diga-
mos al Señor que cuente con noso-
tros para construir juntos el Reino y
hacerlo visible, especialmente para
aquellos que han perdido la esperanza en
un mundo mejor. Cantemos…
7) Comunión
El Señor corrobora su compromiso
de estar con nosotros dándose en
comunión. Que nosotros nos com-
prometamos a ser más hermanos,
testigos de la liberación que nos trae
Jesús. Cantemos…
8) Bendición final y envío
Monición: Si comprometimos
esfuerzos por el Reinado de Dios
y su justicia, proclamemos con
Pablo: ¡Todo lo podemos en Cristo que
nos da fuerzas! y contagiemos a todos
nuestro entusiasmo.
Bendición final
Envío: Con la esperanza de que el
Mesías nos acompaña en el día a día,
podemos ir en paz.
PARA VIVIR EL ADVIENTO
¿Cómo preparar Adviento y Navidad?
Equipo de redacción de EL DOMINGO
Este libro aporta una serie de ideas para dar mayor relieve tanto a la
celebración litúrgica como a la espiritualidad y pastoral de las celebra-
ciones de Adviento y Navidad.
El Señor viene
Cantos para celebraciones de Adviento y Navidad
La obra presenta un repertorio de canciones para Adviento y Navidad,
adecuados a los distintos momentos y celebraciones que estos tiempos
litúrgicos plantean.
El Evangelio del Domingo 2
Comentario para meditar
Víctor Manuel Fernández
En este tomo se comenta el evangelio de todos los domingos a partir del
1º de enero, correspondientes al ciclo C de la liturgia. Los
comentarios de Adviento y Navidad los tiene el tomo 1.
Comentarios bíblicos dominicales - Ciclo C
Mateo Bautista
Este comentario homiléticose apoya en la riqueza exegética, la tradición
eclesial y la hermenéutica actual para motivar a que cada día seamos
mejores y auténticos discípulos misioneros.
4. Aportes - 4
(Viene de la p. 1).
dad lo que él nos enseña.De esta manera
también nos alejaremos de los posibles
pesimismos que pueden embargarnos
ante las visiones negativas que tienden a
absolutizarlo todo en la oscuridad.
Señor Jesús, tú nos llamas a trabajar
en tu viña y nos prometes buen salario
al fin de la jornada. Danos entusiasmo y
esperanza confiada en la victoria final,
porque ya has vencido al mundo.Danos
también perseverancia y capacidad de
sacrificio ante las dificultades.
Vivimos en un mundo que busca la
paz, pero a punta de fusiles y cañones;
quiere la verdad pero se maneja con erro-
res y mentiras; se desvive por gozar en
el amor y se amarga en el individualismo
egoísta; alaba la paciencia, la humildad,
lo natural y sencillo pero se aferra a la
soberbia, la violencia y la vanidades.
¿Quién nos entiende?,sólo tú,Señor,que
cargaste con nuestros dolores y tristezas,
también nuestros pecados,hasta redimir-
los en la cruz,y nos acompañas y alientas
a acabar con todo el mal,a romper cade-
nas de recelos y enemistades,a quitar lo
que frena el bien común,congregando a
todos a tu alrededor: Un solo rebaño de
vuelta al paraíso.
Renueva nuestra fe y la esperanza
en tus promesas.Ayúdanos a trabajar en
la construcción de tu reino de verdad y
justicia,de amor y paz,de felicidad sin fin.
Tú,que vives y reinas por siempre,¡amén!
Aportes para la Celebración es un subsidio litúrgico preparado por el equipo de redacción de El Domingo, periódico religioso de
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LA VIDA ES UN CAMINO
Recuerden siempre esto: la vida es un camino. Es un camino. Un camino para en-
contrar a Jesús. Al final, y siempre. Un camino donde no encontramos a Jesús, no
es un camino cristiano. Es propio del cristiano encontrar siempre a Jesús, mirarle,
dejarse mirar por Jesús, porque Jesús nos mira con amor, nos ama mucho, nos
quiere mucho y nos mira siempre. Encontrar a Jesús es también dejarte mirar por
él. “Pero, Padre, tú sabes -alguno de ustedes podría decirme-, tú sabes que este
camino, para mí, es un camino difícil, porque yo soy muy pecador, he cometido
muchos pecados... ¿cómo puedo encontrar a Jesús?”. Pero tú sabes que las perso-
nas a las que Jesús mayormente buscaba eran los más pecadores; y le reñían por
esto, y la gente -las personas que se creían justas- decía: pero éste, éste no es un
verdadero profeta, ¡mira la buena compañía que tiene! Estaba con los pecadores...
Y él decía: He venido por quienes tienen necesidad de salud, necesidad de curación,
y Jesús cura nuestros pecados. En el camino, nosotros -todos pecadores, todos,
todos somos pecadores-incluso cuando nos equivocamos, cuando cometemos un
pecado, cuando pecamos, Jesús viene y nos perdona. Este perdón que recibimos
en la Confesión es un encuentro con Jesús. Siempre encontramos a Jesús.
Papa Francisco (Homilía, 1/12/2013)