1. Arzobispado de Arequipa
Domingo 14
Septiembre
2014
LA COLUMNA
De Mons. Javier Del Río Alba
MISIÓN JOVEN EN AREQUIPA
En la Arquidiócesis de Arequipa estamos
celebrando el Año de la Juventud. Mi
intención al convocarlo fue dar a los jóvenes
de nuestras parroquias y movimientos un
mayor protagonismo en la vida de nuestra
Iglesia local y, al mismo tiempo, ir al
encuentro de aquellos otros jóvenes que por
distintas razones se han alejado de Dios.
Con ambas finalidades, desde hace algunos
meses estamos llevando a cabo la Misión
Joven, mediante la cual los chicos y chicas
de nuestras comunidades están saliendo a
anunciar el Evangelio por las calles, centros
comerciales, plazas y casas de su barrio.
Hace unos días tuvimos un encuentro con
cerca de tres mil de estos misioneros, que
tienen entre 16 y 25 años de edad. Hemos
escuchado sus testimonios y visto los videos
de las actividades que vienen desarrollando.
He quedado muy bien impresionado de la
creatividad con que están realizando la
Misión Joven y lo bien que les está haciendo
salir de los recintos de sus parroquias para ir
a lo que el Papa Francisco llama las
periferias existenciales. Los jóvenes están
contentísimos porque han experimentado
que Jesucristo los acompaña en la misión y
que el Espíritu Santo les inspira lo que tienen
que anunciar y cómo hacerlo. Esto significa
que nuestros jóvenes están teniendo una
nueva y distinta experiencia de Dios, y eso
los está fortaleciendo en la fe.
Viendo la alegría de esos jóvenes me venían
a la mente aquellos otros chicos de su edad
que, habiéndose alejado de Dios, buscan la
vida en los bienes y placeres de este mundo.
¡Qué distinta es esta alegría! Mientras que el
encuentro con Jesús nos da una alegría
permanente, un verdadero y profundo gozo,
el mundo sólo nos puede dar pequeños
deleites que, una vez concluidos, nos dejan
con más hambre y más sed, es decir menos
satisfechos. Por eso, a través de estas líneas
quisiera invitar a todos los jóvenes de
Arequipa a incorporarse a la vida de alguno
de nuestros grupos parroquiales o
movimientos. Dios existe y nos ama.
Jesucristo ha dado su vida por nosotros. Él
perdona todos nuestros pecados y nos
espera siempre, con los brazos abiertos,
para colmar ese deseo de felicidad y de
alegría que todos tenemos.
Queridos jóvenes, ustedes son los
preferidos de Dios. No tengan miedo de
volver a la Iglesia. Dios no quiere quitarles
nada de lo que hace la vida bella. Por el
contrario, quiere darles aquello sin lo cual,
por más que tengamos muchos bienes y
mucha diversión, al final nunca viviremos
plenamente en este mundo tan bello que Él
ha creado para nosotros. Y a ustedes,
queridos padres de familia, permítanme
pedirles que hagan cuanto esté a su alcance
para que sus hijos no se dejen engañar por
los ídolos de este mundo. Lo mejor que un
padre puede hacer por su hijo es llevarlo al
encuentro de Jesucristo, llevarlo a la Iglesia
y transmitirle la fe.
Dios les bendiga.
+ Javier Del Río Alba
Arzobispo de Arequipa