2. En la mitología Dédalo
griega, Dédalo
(Δαίδαλος) era un
arquitecto y
artesano muy
hábil, famoso por
haber construido
el laberinto de
Creta.
Dédalo tuvo dos
hijos: Ícaro y
Yápige.
3. Ícaro
Ícaro, Ἴ καρος, es
hijo del
arquitecto
Dédalo, y de una
esclava. Fue
encarcelado
junto a él en una
torre de Creta
por el rey de la
isla, Minos.
4. El Laberinto de
Creta
El Laberinto de Creta fue construido
por Dédalo para esconder al
Minotauro.
Minos hizo encerrar al terrible
Minotauro, que era aplacado
periódicamente con sacrificios de
jóvenes atenienses.
Dédalo fue encerrado, junto a su hijo
Ícaro, en el mencionado laberinto,
por Minos para que no revelara el
secreto de este lugar.
5. Se piensa en la actualidad que
la leyenda del laberinto tiene
su base en el palacio de
Cnossos. Una construcción tan
sofisticada y de alta tecnología
como dicho palacio, repleto de
múltiples habitaciones y con
todas las mejoras conocidas
por la tecnología de entonces
(incluyendo un sistema de
alcantarillado) debió haber
parecido a los aqueos algo
intrincado. Apoya esta tesis el
hecho de que en el palacio de
Cnossos se han encontrado
dibujos de hachas de doble filo
por doquier, que en griego se
llaman labrys, y que habrían
dado nombre a la construcción.
6. El laberinto de la leyenda
griega también podría
tomar como referencia la
cueva de Gortina en la
misma isla o las danzas
que se celebraban en las
islas egeas en las que los
danzantes de la mano
recorrían un trazado
laberíntico
7. Mito
Dédalo consiguió escapar de su prisión, su propio
laberinto, pero no podía abandonar la isla por mar, ya
que el rey mantenía una estrecha vigilancia sobre todos
los veleros y no permitía que ninguno navegase sin ser
cuidadosamente registrado. Dado que Minos
controlaba la tierra y el mar, Dédalo se puso a trabajar
para fabricar alas para él y su joven hijo Ícaro. Enlazó
plumas entre sí empezando por las más pequeñas y
añadiendo otras cada vez más largas, para formar así
una superficie mayor. Aseguró las más
grandes con hilo y las más pequeñas con cera, y le dio al
conjunto la suave curvatura de las alas de un pájaro.
8. Cuando al fin terminó el trabajo, Dédalo batió sus alas y
se halló subiendo y suspendido en el aire. Equipó
entonces a su hijo de la misma manera y le enseñó cómo
volar. Cuando ambos estuvieron preparados para volar,
Dédalo advirtió a Ícaro que no volase demasiado alto
porque el calor del sol derretiría la cera, ni demasiado
bajo porque la espuma del mar mojaría las alas y no
podría volar. Entonces padre e hijo echaron a volar.
9. Pasaron Samos, Delos y Lebintos, y entonces el muchacho
empezó a ascender como si quisiese llegar al paraíso. El
ardiente sol ablandó la cera que mantenía unidas las plumas
y éstas se despegaron. Ícaro agitó sus brazos, pero no
quedaban suficientes plumas para sostenerlo en el aire y cayó
al mar. Su padre lloró y, lamentando amargamente sus artes,
llamó a la tierra cercana al lugar dónde Ícaro había caído
Icaria, en memoria de su hijo. Dédalo llegó sano y salvo a
Sicilia bajo el cuidado del rey Cócalo, donde construyó un
templo a Apolo en el que colgó sus alas como ofrenda al dios.
10. Conclusión
La conclusión es que el mito del laberinto
sugiere que aunque el escape de la prisión de
la complejidad es posible, el dominio (o uso)
de la complejidad de un modo que no
aprisione, no lo es. El reto para la ciencia
moderna es probar que el mito esta errado.